Tomar una impresión dental precisa es un paso crítico para asegurar el éxito de cualquier restauración. Esta etapa representa la base sobre la cual se construye todo el tratamiento protésico, y cualquier fallo en el proceso puede comprometer la calidad del ajuste final, generando incomodidad para el paciente, necesidad de ajustes adicionales o incluso rehacer el trabajo. Aunque forma parte del día a día en cualquier consulta dental, es sorprendente la cantidad de errores que se cometen con frecuencia. Son muchos los factores que pueden afectar negativamente el resultado y, lo más importante, la mayoría de estos errores son totalmente evitables.
La experiencia acumulada tras más de 100 cursos impartidos en clínicas dentales ha revelado un patrón común: independientemente del nivel de experiencia del profesional, los fallos tienden a repetirse y, por tanto, pueden abordarse con soluciones claras y eficaces. Conocer y aplicar estas estrategias puede marcar la diferencia entre una restauración con un ajuste perfecto y una que requiere múltiples ajustes o correcciones. Te vamos a explicar los errores más frecuentes al tomar impresiones dentales y te damos estrategias probadas para garantizar un resultado preciso y fiable.
Errores comunes en la toma de impresiones
Las impresiones defectuosas pueden originarse en distintos puntos del proceso. Identificamos cuatro áreas clave donde suelen surgir los problemas:
- Gestión de la clínica: una organización deficiente puede ser el primer obstáculo para lograr impresiones exitosas. Errores como el uso inconsistente de materiales, protocolos poco claros o una asignación de tareas mal definida dentro del equipo clínico pueden comprometer el resultado. También hay que tener en cuenta que los equipos de mezcla automáticos no estén ubicados lejos del sillón dental y que el almacenamiento de materiales en condiciones inadecuadas, como zonas muy calurosas o demasiado frías, alteran sus propiedades.
- Selección de cubetas y materiales: el uso de cubetas inadecuadas (demasiado pequeñas o poco rígidas) o la elección errónea del material de impresión puede llevar a distorsiones. También es clave considerar la compatibilidad entre la técnica preferida, el tipo de material, el tiempo de fraguado adecuado según la cantidad de preparaciones y la hidrofilia del material en estado no fraguado para captar detalles con precisión.
- Procedimiento de impresión: desde la fijación de la punta de mezcla hasta la inserción de la cubeta en boca, cada paso importa. Entre los errores más frecuentes se incluyen las mezclas no homogéneas por una mala colocación de la punta, el tiempo de trabajo excedido antes de colocar la cubeta en boca y los movimientos inadecuados durante el fraguado, que provocan distorsiones.
- Medidas de seguimiento: una vez retirada la impresión de la boca, los cuidados no terminan. Es necesario enjuagar, secar, desinfectar y almacenar correctamente la impresión; además de evitar temperaturas extremas o humedad durante el transporte al laboratorio es esencial para preservar la calidad.
Claves para evitar errores y lograr impresiones precisas
Evitar errores en la toma de impresiones no es cuestión de suerte, sino de aplicar una serie de medidas clave en cada etapa del proceso. Desde la organización del equipo clínico hasta el manejo postoperatorio de la impresión, cada detalle cuenta. A continuación, te compartimos las claves fundamentales que te ayudarán a conseguir impresiones consistentes, precisas y libres de fallos.
Estandarización de protocolos clínicos
Una de las formas más eficaces de asegurar impresiones dentales precisas es estandarizar todo el proceso de trabajo en la clínica. Esto implica que cada miembro del equipo sepa con claridad qué tareas le corresponden, lo que reduce el margen de error y mejora la eficiencia. Lo ideal es que todos los profesionales de la clínica utilicen los mismos materiales y sigan los mismos pasos, de manera que cualquier auxiliar pueda asumir una función sin alterar el protocolo ni omitir etapas importantes.
Al definir un protocolo común, no solo se deben establecer los momentos adecuados para utilizar determinados materiales y equipos, sino también prestar atención a aspectos logísticos clave, como:
- Ubicación del equipamiento: Por ejemplo, una unidad de mezcla automática debe situarse cerca del sillón dental para optimizar el tiempo, especialmente cuando se usan materiales con fraguado rápido. Esto evita pérdidas de tiempo innecesarias y mejora la coordinación clínica.
- Condiciones de almacenamiento: Cada tipo de material tiene requisitos específicos en cuanto a temperatura. El VPS, por ejemplo, es más vulnerable a temperaturas altas que el poliéter, y un ambiente demasiado cálido puede reducir el tiempo útil de trabajo del material. Si en la clínica la zona de almacenamiento suele ser calurosa, es recomendable optar por materiales de fraguado más lento. En cambio, si la temperatura es demasiado baja, pueden surgir problemas en la mezcla. En estos casos, los materiales deben mantenerse a temperatura ambiente durante al menos un día antes de su uso (sin utilizar una fuente de calor directa para acelerarlo). Además, es fundamental tener en cuenta el calor que pueden emitir aparatos cercanos, como refrigeradores o autoclaves, ya que también pueden afectar la estabilidad del material.
Selección adecuada de cubetas y materiales
Para obtener impresiones precisas en arcadas completas, es fundamental utilizar una cubeta rígida y sin perforaciones, ya sea de plástico o metal. La rigidez de la cubeta es clave para evitar deformaciones que puedan comprometer la exactitud de la impresión. Además, es imprescindible comprobar intraoralmente que el tamaño de la cubeta es el adecuado: debe permitir un espacio homogéneo de entre 2 y 3 mm alrededor de la línea ecuatorial de los dientes, incluyendo las zonas con socavados. Usar una cubeta demasiado pequeña puede traducirse en una impresión con defectos, menor reproducción de detalles y una adaptación deficiente. Un ejemplo típico de error es el uso de una cubeta metálica demasiado pequeña junto con un tiempo de trabajo excedido, lo que suele resultar en una mala unión entre el material base y el fluido. En estos casos, no es raro observar fallos importantes, como deficiencias en la zona palatina causadas por un mal flujo del material.
La elección del material de impresión también debe estar cuidadosamente pensada en función de la técnica que se va a emplear. Por ejemplo, el poliéter es ideal para técnicas monofásicas o de un solo paso, gracias a su excelente estabilidad dimensional. Por otro lado, la silicona de adición es una gran aliada tanto para la técnica en dos pasos como para la de un solo paso, siempre que se seleccione un producto con buena fluidez y que además sea hidrofílico en su fase no fraguada (una propiedad que no todos los productos del mercado poseen).
Además, es importante adaptar el tiempo de fraguado al caso clínico, cuanto mayor sea el número de dientes o implantes que se deban registrar, más conveniente será optar por materiales con tiempos de trabajo más largos para garantizar una manipulación adecuada y resultados precisos.
Procedimiento para la toma de la impresión
Cuando se utiliza un sistema de mezcla automático, el procedimiento comienza con la preparación y llenado de la cubeta. Aunque parezca un paso sencillo, hay varios detalles técnicos que marcan la diferencia entre una impresión precisa y un resultado fallido. Ten en cuenta los siguientes puntos:
- Colocación correcta del cartucho en el equipo: asegúrate de insertar el cartucho correctamente para evitar bloqueos o mezclas incompletas.
- Fijación segura de la punta mezcladora: antes de cada uso, comprueba que la punta de mezcla esté bien encajada. Una conexión deficiente puede generar una mezcla irregular, tiempos de fraguado prolongados o un uso ineficiente del material.
- Comprobación previa de la mezcla: es buena práctica dispensar una pequeña cantidad de material sobre un bloque o papel antes de llenar la cubeta o la jeringa. Esto permite verificar visualmente que la mezcla es homogénea, un paso fundamental tanto para sistemas automáticos como para pistolas manuales.
- Evitar burbujas durante el llenado: durante el llenado, la punta mezcladora debe mantenerse siempre sumergida en el material dispensado, lo que ayuda a evitar la formación de burbujas de aire.
- El tiempo de trabajo: es un factor crítico, especialmente con materiales de fraguado rápido como Impregum Super Quick de Solventum (3M Health Care). La cubeta debe llenarse justo cuando el clínico termina de aplicar el material fluido, lo cual requiere una buena coordinación entre ambos pasos.
Una de las causas más comunes de fallos en la unión entre el material fluido y el de cubeta es precisamente exceder el tiempo de trabajo, lo que da lugar a defectos visibles y falta de cohesión entre capas.
a Otro factor importante es la cubeta, que debe insertarse en la boca siguiendo el eje largo de los dientes, avanzando lentamente hasta colocarla en posición. Para cubetas de arcada completa, el mango debe quedar centrado en la línea media del paciente. Una vez colocada, es esencial mantenerla inmóvil hasta que el material fragüe completamente, evitando movimientos que puedan distorsionar la impresión. Para mejorar la estabilidad, se recomienda sostener la cubeta con los dedos a la altura de los premolares.
Ciertos materiales de impresión de Solventum están diseñados para minimizar el riesgo de distorsiones gracias a propiedades como el autocalentamiento de Imprint 4 VPS o el fraguado rápido de Impregum Poliéter. Estas características reducen el tiempo en que la impresión es vulnerable a movimientos accidentales.
Por último, al retirar la cubeta, es esencial romper el vacío suavemente con un dedo, idealmente ayudado por un chorro de aire, para evitar daños o deformaciones en la impresión.
Cuidados posteriores
Una vez que la impresión se retira de la boca, es fundamental enjuagarla cuidadosamente con agua, secarla con aire y aplicar una solución desinfectante suave antes de continuar con cualquier otro paso. Este procedimiento garantiza la seguridad tanto del equipo clínico como del laboratorio. Tanto las impresiones realizadas con silicona de adición como con poliéter deben almacenarse en condiciones controladas: en un entorno fresco, seco y protegido de la luz. Si la impresión aún está ligeramente húmeda, lo ideal es envolverla en una toalla de papel seca (que absorberá la humedad sobrante) y colocarla en una bolsa abierta para su transporte al laboratorio. Este método ayuda a mantener la estabilidad dimensional de la impresión y evita alteraciones causadas por la humedad o el calor. Es importante también minimizar las fluctuaciones de temperatura durante el traslado, ya que podrían afectar negativamente al material.
La calidad de una restauración comienza con una impresión precisa. Aunque el proceso tiene muchos pasos y posibles fuentes de error, seguir estas estrategias permite obtener resultados fiables y consistentes. La clave está en la estandarización de los procedimientos, la correcta elección de materiales y la atención al detalle en cada etapa del proceso.
¡Recuerda! Una impresión bien tomada es sinónimo de restauraciones mejor ajustadas y pacientes más satisfechos.
¡Hasta aquí nuestro artículo de hoy! Esperamos que te haya servido de ayuda y si te ha gustado no dudes en compartirlo. Síguenos en nuestras redes sociales para estar al día de todas las novedades del sector dental y nuestras ofertas especiales. ¡Hasta pronto!
