La adhesión en odontología ha permitido mejorar de forma considerable los procedimientos clínicos restauradores. Hoy, la odontología restauradora moderna se fundamenta en preservar la estructura dentaria realizando preparaciones con diseños conservadores basándose en la eficacia de los materiales adhesivos, pero no hace mucho tiempo las cavidades que se realizaban debían tener formas retentivas para potenciar las ventajas y restringir las desventajas de los materiales restauradores.
¡Ya la época de las grandes cavidades definitivamente se ha quedado atrás!
La odontología adhesiva es un avance crucial en el sector dental, sin embargo, sus resultados son muy sensibles a la técnica, si cometemos errores a lo largo del proceso éstos se traducirán en filtraciones marginales, caries recidivantes o sensibilidad post operatoria, pudiendo en muchos casos, provocar el fracaso de la restauración.
En este blog haremos un repaso sobre los sistemas adhesivos a lo largo del tiempo. Te invitamos a que nos acompañes en este recorrido por su evolución histórica en el cual veremos cómo ha cambiado su presentación comercial, número de pasos clínicos que deben emplearse, efectividad y facilidad de uso. ¿Nos acompañas?
Odontología adhesiva y su evolución histórica
El primer intento del comienzo de la odontología adhesiva tuvo lugar en 1951 con la aparición del primer adhesivo: Sevrition, desarrollado por Hagger y compuesto por ácido glicerofosfóricodimetacrilato. Este primer adhesivo tenía el inconveniente de que su unión no era estable y en un medio húmedo se descomponía con facilidad.
No fue hasta 1955 que Michael Buonocore describió que el efecto de la aplicación de una solución ácida sobre el esmalte dental era la creación de un patrón de grabado en su superficie. Este ácido era capaz de disolver de forma selectiva los extremos finales de los prismas del esmalte, consiguiendo una superficie porosa e irregular capaz de ser penetrada por una resina fluida de baja viscosidad. ¡Y esto lo cambió todo!
A este descubrimiento se sumó Bowen, quien obtuvo una resina capaz de adherirse a la superficie del diente grabada con ácido, esta resina se conoce por bisfenol-glicidil-metacrilato o Bis-GMA. Fue así como en 1965 aparece en el mercado el primer adhesivo dentinario llamado Cervident de SS White, compuesto por la molécula NPG-GMA (Nfenilglicina- glicidil Metacrilato) con carácter bifuncional, es decir, en un extremo el metacrilato se uniría a la resina compuesta como material restaurador y el otro extremo se uniría a la dentina. Todavía este adhesivo mostraba propiedades muy pobres por lo cual muchos tratamientos resultaban en un fracaso.
Imagen: Escáner electrónico microscópico de dentina después del grabado ácido. Aumento 3500X. Fuente: Ultradent
Adhesivos dentales de primera y segunda generación
En el año 1978 aparece el primer adhesivo dentinario a base de fosfatos: Clearfil Bond System del fabricante Kuraray, este adhesivo de dos componentes se basaba en la interacción entre los fosfatos y el calcio de la dentina y el esmalte sin grabar, aunque todavía sus propiedades eran muy pobres debido a que no era capaz de humectar la dentina. No fue hasta los años 80 cuando empezaron a surgir adhesivos dentinarios en base a fosfatos y el primero de ellos, en 1983 fue Scotchbond de 3M, un adhesivo en dos componentes cuya capacidad de unión al esmalte se había duplicado respecto a los adhesivos de la década anterior, aunque la adhesión a la dentina era todavía deficiente. En su mecanismo de acción se consideraba también el efecto reblandecedor del smaear layer.
Posterior a ello, en la década de los 80 empezaron a surgir diversos adhesivos a base de fosfatos, entre ellos Bondlite de Kerr, Universal Bond de Caulk, Creation Bond de Dent-Mat y Synter Bond de Teledyne Getz, entre otros.
Sobre el año 1965 se introdujeron al mercado los oxalatos. Bowen y Cobb describieron un sistema de adhesión con una solución acuosa de oxalato férrico, que luego lo fue reemplazado por el oxalato de aluminio para evitar la tinción del diente. En el año 1982 surgió el primer adhesivo basado en este sistema: Tenure de Den-Mat, que despegaba el smear layer para que la resina pudiera fluir por los túbulos dentinarios.
Adhesivos dentales de tercera generación
A finales de los años 80 fueron introducidos al mercado los sistemas de dos componentes: primer y adhesivo. Esto significó una mejora considerable en la fuerza de adhesión a dentina y eliminó la necesidad de crear preparaciones retentivas, esto fue el comienzo de lo que hoy conocemos como odontología conservadora.
Los adhesivos de la tercera generación no solo lograban unirse a la estructura dental, sino que también lo hacían a las cerámicas y los metales. Su desventaja era que no tenían una buena durabilidad, ya que a los 3 años de estar en boca disminuían su retención.
Adhesivos dentales de cuarta generación
La cuarta generación de adhesivos comienza en los años 90 y significan un gran avance ya que son capaces de alcanzar una gran fuerza de adhesión a la dentina, en comparación con generaciones anteriores y además, disminuían de forma importante la sensibilidad postoperatoria. La principal desventaja de esta generación de adhesivos es que sus dos componentes se deben mezclar en proporciones muy precisas, lo cual en la práctica es muy difícil de llevar a cabo en la consulta dental y esto reduce sus propiedades.
Adhesivos dentales de quinta generación
En los adhesivos de quinta generación parecía que lo teníamos todo, ya que eran capaces de adherirse con fuerza al esmalte, a la dentina, a la cerámica y al metal y además su presentación es de un solo componente y disminuyendo la posibilidad de error. Es por ello que en la actualidad son los agentes adhesivos más utilizados, porque son fáciles de usar y predecibles.
Y tú ¿Qué generación de adhesivos prefieres? Si eres de los que prefieren tener todo en la misma botella, pero te fías más si grabas primero, el adhesivo universal Vidu de quinta generación es nuestra mejor recomendación para ti:
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Adhesivos dentales de sexta generación
La quinta generación todavía era mejorable ¿sabes en qué? En la reducción del número de pasos, después de todo la tendencia siempre irá a la simplificación. Es por ello que la sexta generación de adhesivos plantea eliminar el paso del grabado o bien, incluirlo químicamente en alguno de los otros pasos.
Los adhesivos de sexta generación no necesitan grabado ácido, al menos en la dentina, ya que cuentan con un líquido acondicionador de dentina en uno de sus componentes. Su uso es controversial y no es aceptado universalmente ya que se mantiene la duda respecto a la calidad de la adhesión sobre un esmalte no grabado. Además, en esta generación volvemos a los dos frascos con el consecuente margen de error que significa mezclarlos en proporciones diferentes.
Si quieres un representante de la sexta generación, un adhesivo autograbante en dos pasos, te recomendamos:
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Adhesivos dentales de séptima generación
La séptima y actual generación de adhesivos logra simplificar a los de sexta generación solamente necesitando un componente, una sola botella. La séptima generación de adhesivos está disponible en autograbado, al igual que su predecesora, y representa la fórmula más actual de los adhesivos dentales disponibles en el mercado. Entre sus mejoras se encuentra su excepcional fuerza de adhesión a dentina y esmalte, además de cerámicas y metales. Otra ventaja es que los adhesivos de séptima generación no son sensibles a la cantidad de humedad residual de la superficie de la preparación.
Si lo que necesitas es un adhesivo autograbante que además sea monocomponente, la séptima generación de adhesivos tiene la solución. Te recomendamos:
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Que un solo producto, el adhesivo dental, sea capaz de unirse estrechamente a sustratos tan diferentes como los del esmalte y la dentina, es un gran logro para la ciencia de los materiales dentales. Como hemos visto, la evolución de estos productos es sorprendente ya que además de mejorar sus propiedades, han disminuido al mínimo las posibilidades de error por parte del operador.
La adhesión en odontología está en constante evolución con el objetivo de optimizar los resultados y reducir el número de pasos clínicos. El mercado hoy en día ofrece gran variedad de adhesivos dentales de diferentes generaciones (normalmente de la quinta a la séptima) y de variadas características. Esperamos haber contribuido con este artículo a hacer un buen repaso de la evolución histórica de estos productos que transformaron la odontología a un enfoque más conservador.
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